Si no existieran las imponentes moles de los edificios del Ministerio de Defensa y del Almirantazgo, el visitante de Londres podría ir desde la orilla del Támesis hasta el lejano barrio de Kensington casi sin pisar asfalto a través del rosario de parques reales que comienza en Saint James Park, continua en Green Park y finaliza en Hyde Park y Kensington Park. Para llegar a ellos se puede tomar el metro hasta las estaciones de Piccadilly Circus o de Charing Cross. Por la primera habrá que bajar Regent Street hasta el gran paseo llamado The Mall que ya bordea St.James Park. Desde Charing Cross